La naturaleza está aquí
Algo sobre naturaleza y dónde encontrarla….
“Para que les dés vitamina D a los niños ahora que va a empezar el invierno” me explica el doctor escribiendo una receta.
“¿En serio?¿Es necesario?”- No le creo mucho- “Se ha demostrado que los niños encerrados están teniendo distintos tipos de problemas de salud física y psicológica, y como viene el invierno…”
Me quedo pensando, ¿estaremos tan encerrados este invierno?¿Esta vida? ¿Como para empezar a tomar “dosis” artificiales de naturaleza para compensar?... nos subimos al auto, chao receta.
“Las próximas vacaciones iré lejos, me conectaré con la naturaleza” reflexiona uno en pijama viendo Natgeo mientras en el jardín un tiuque (que es un pájaro) asalta el nido de un chercán (otro pájaro) y se come sus huevos. Discovery en tu casa, y nadie lo vio.
La culpa no es nuestra, es que vivimos en un mundo fotogénico, inexplorado y eso nos encanta. Pero nos perdemos todo lo demás. La naturaleza no es sólo allá, también es acá: el cerro, la plaza, el jardín, el macetero, el florero de lavandas que perfuma la casa. La ciencia ha empezado a acumular estudios que demuestran que necesitamos naturaleza para estar bien y la buena noticia es que esa “naturaleza” no es sólo la selva salvaje, es cualquier elemento en estado más o menos puro, desde el suelo de madera hasta la masa del pan.
¿Por qué se supone que nos sentimos mejor cuando hay naturaleza a nuestro alrededor? Algnos lo explican con el concepto de biofilia, nuestra conexión innata con todos los seres vivos. Otros asocian ese bienestar al volver a las raíces, parecido a como vivimos los últimos cientos de miles de años. Nuestro cuerpo se siente en casa cuando reconoce los elementos que lo rodean.*
El concepto es trasladar actividades de interior hacia afuera porque seguro consigues más beneficios que encerrado. Reuniones, cocinar, leer, trabajar, jugar con tus hijos, comer, es sólo costumbre. Y como dice el dicho, “no hay mal clima, sólo mala ropa”.
¿No puedes salir o el ruido de tu terraza te estresa? Haz trampa. Intenta traer la naturaleza adentro de tu casa como hacen los nórdicos. El clima los obligó a crear una cultura de “adentro compensador de afuera” con luces sutiles, texturas naturales, velas, escencias aromáticas. Justo nada que ver con la luz de neón blanca, el exceso de aparatos electrónicos y superficies plásticas y brillantes.
Llenar la casa de plantas, de materiales naturales debería ayudar a nuestro “yo animal” a sentirse más cómodo. Apunta a los cinco sentidos, todos suman. Vas a ver como baja el estrés. Mantener ejercitado el músculo del goce de la naturaleza en lo pequeño te va a permitir disfrutar tanto cuando logres esas vacaciones outdoor y estés al fin dentro de “lo salvaje”. Y, puntos extra, el próximo invierno podremos olvidarnos de la vitamina D.
*Estos conceptos se explican muy bien en el libro “La dosis natural” de Florence Williams. Disponible en librerías.
*La foto de portada es en el Río Achibueno, Región del Maule, Chile. Todas las demás en Pirque, RM, Chile. @elciervovolantechile.